vacíos de desengaño
pero nunca escondidos
curtidos de derrotas
pero nunca vencidos
a tope de heridas
igual hierve la sangre
duros de caídas
aún así nos re volamos
flacos ya del hambre
sin embargo en la cocina
nos sentamos a conversar
compartimos los brebajes
la risa, los enojos, las magias
el cuero duro pero sensible.
Cansados ya de añorar
por eso nunca olvidamos
miramos solo hacia adelante
atrás se quema el lastre
aunque secos de desamor
con más fuerza amaremos
porque la derrota es aceptar
la desidia el miedo el silencio
el tanque vacío la mano rota
que no puede darse toda.
No habrá sin mas
descanso ni consuelo.
No seremos ni de cerca
los rotos de la época.