miércoles, junio 24, 2020

Potro

El día después de la madrugada
del accidente del Potro en la autopista
que une La Plata y Buenos Aires
yo estaba en un café de Almagro
-era el bar de viejes de Rawson y Rivadavia-.
Tenía quince años y la muerte 
me parecía un viento imposible.
La tv de fondo, clavada en Crónica,
transmitía nonstop el final repentino.
Desde el salón la mirada en imágenes mudas
bajo una cortina de cucharitas y murmullos.
Entonces recordé cuando una noche en Flores
bailé un cuartetazo y -deslumbrado- levité 
impulsado en la mirada a los ojos de María 
que bailaba y se reía y me decía, sin hablar: 
mirá qué ironía.



 

sábado, junio 20, 2020

Madriguera

Todos los días a la misma hora
de la noche
el tiempo se derrama como un solvente
a piacere
cobija entre sus clavos la caricia voraz
con óxido
entre el cielo y la tierra apenas contiene
tu mano
volátil y pringosa de tanto rodar
las calles
llevando y trayendo paquetes de río
y de sal
yo espero la suerte te traiga a mi barrio
cruzarte
con ojos abiertos y dedos en vé
alzades
expropiar la tristeza de tanto penar
sin vueltas
dibujar sonrisas aunque invisibles, feliz
retornar
al lugar madriguera que aún nunca fui.

martes, junio 16, 2020

Ciudad vacía

Una ciudad deconocida:
eso es hoy el lugar donde nací.

Como un pueblo ferroviario
treinta años después
del cierre del ramal
cuya traza guió vagones
de carga prósperos, llenos
de cosecha o manufacturas;
pasaban cada día
moviendo vida, echando humos,
desbordante de esplendor futurista.

Como cuando la fiebre amarilla
diezmó la población, y la civilización
rellenó terrenos del río con basura
para ensanchar sus sueños húmedos.
O como en los años veinte cuando
alguien al ver ese arroyo de cauce arrabal
serpenteante y líquido, entre las calles
de tierra, pensó en vestirlo de hormigón.

Ahora el futuro
es una ciudad vacía.

miércoles, junio 10, 2020

El bajo

Hacia allá está el río.
Lo sé porque las calles
comenzaron a descender
como teniendo pereza
igual a una manzana
al caer de madura.
Está el río, allá.
La vegetación viró verde
oscuro su follaje frondozo
de incontenibles yuyos
nacidos desde el centro
de la tierra se filtran
entre el cemento y pueblan
los irregulares adoquines
un poco más a cada paso.
Para allá está el río.
El aire, enriquecido
con nuevos minerales,
se hizo más denso:
huele a tierra
y huele a agua,
que es igual a decir
que huele a río.
No diviso borde ni orilla.
Invadido su antiguo lecho
por una ciudad y su historia
de familias hacinadas
y reunidas en el living
en torno a alguna esperanza.
Hacia allá está el río.
Desciendo unas calles más
bañado en el atardecer
naranja y frío. 

jueves, junio 04, 2020

Cuelga mi cabeza como res en un gancho

Cuelga mi cabeza
como res en un gancho
del Mercado Central.
Dónde drenar
este deseo ahora sino
en el punto chiquitito
sin audacia ni tenor
esparcido sobre cada
lugar de la casa como
un charco de piedra.

Es mi hogar una cabaña
perdida en el profundo sur,
isla de calor suave rodeada
por una soledad inmensa
y fría: la ciudad vacía.

Kilómetros de aire
tan puro que lastima.