martes, diciembre 18, 2018

Errores

Errores que florecen en primavera:
me ordenan los patitos
baldean el patio con kerosén
para que una chispa inoportuna
todo lo incendie y se imponga
una reconstrucción total del
esqueleto que sostiene mi carne
ataviada con un traje serio
y despreocupado pero que
por dentro esconde una procesión
infinita de huecos hechos a medida.

Podemos elegir la careta
la ensalada los consumos culturales
las zapatillas el marco de los anteojos
leche entera o descremada comer harinas
ser especistas hacer asado con amigues
cargar la sube on line o por ventanilla
playa o montaña o balcón del departamento
imprimir A4 u Oficio leer de noche
en la cama o en el baño.

Lo que no se puede elegir
es cuando equivocarse.

No se equivoca
quien nada hace.

viernes, diciembre 14, 2018

Triunvirato burning

Arde ese camino alistado para sulkys y carroajes:
Avenida Triunvirato.

La miro y veo al campo que surcaba abriendo paso
en la maleza.

Como si la ciudad fuera una intrusa en los pastos
Previyurkeros.

¡Arde mami, Madre Urquiza! ahora el caudillo es mujer,
y de cemento.

Ortuzea porque no queda otra si es de piedra la verdad,
o de arena.

Quema en los dedos Triunvirato y la mirada brilla más,
dame fuego.

Gato negro

Últimamente:
se me cruza un gato negro
todos los días.

Al menos una vez
y a veces muchas,
me acompaña un gato negro.

Por donde sea que camine,
aún en contextos muy extraños
se cruza un gato negro.

Al entrar al banco en microcentro,
Al subir a un subte bajo tierra,
En una manfestación contra Mauricio,
Si sobrevuelo en bicicleta una avenida,
O ayudo a una viejita a cruzar la calle,
Como espectador de títeres callejeros,
También al rondar lento la Agronomía,
Con tormenta ácida o sol del desierto,
Siempre cruza un gato negro.

Ahora espero
la caricia
de la famosa
mala suerte.