jueves, octubre 01, 2009

El sol sobre San Pablo

¿Te acordás nena cuando éramos tan felices
que no cabíamos en la bañadera?
Mirábamos los morros de San Pablo maldecir a lo lejos
y buscábamos la vía más rápida hacia Río por tierra
mojando el mapa, aprisionando las burbujas engualichadas,
¿Te acordás, nena? ¿Te acordás de mí?

Mañana

Cada vez que despertamos, todo para mi es perfecto.
Enredados en un aire viciado de humanidad no puedo despegarme.

Cada vez que despertamos, miro en rededor para recordar.
Porque afuera las guerras están al día y hace falta un caudal de potencia.

Cada vez que despertamos, floto porque descanso tanto.
Todo mi cuerpo es un solo cuerpo que puede caminar hasta caerse muerto.

Cada vez que despertamos, estoy seguro de que vamos a salvar el mundo.
Todo centímetro del refugio se hace luminaria que germina sin pausa.

Resplandece, cada vez, la suerte que nos toca
Se humedece una porción del universo en miniatura
Porque hay sol adentro y afuera, y las bombas rebotan
Regresan intactas al centro de la retaguardia del enemigo.