martes, abril 15, 2008

Alturas

Soñé que te besaba en la terraza de una torre inmensa
Estaba sucio su piso, y constantemente al borde de un precipicio determinante
Veíamos la ciudad anochecida desde una altura inédita.
Yo te besaba y vos me besabas, después de tanto tiempo de represión vulgar y aparente.
Tenías cierto gusto a pecado, delicioso, dulce, intuitivo paladar rascacielos.

Un contacto hereje, casi paranoico
Mientras La Paz, impasible, colgaba lentamente sus pequeñas luces en el telón oscuro.

Desde entonces intento regresar
cada vez que cierro las compuertas de los ojos.

jueves, abril 03, 2008

Las plantas

Las plantas suelen tener mensajes que transmitir.
Acostumbran, por estos lares, a contar historias.

Ostentan pozos profundos,
y mueven su boca de forma frenética, extrapolada y vivaracha.

Las plantas aquí se paran sobre unas piernas delicadas
y hablan a viva voz el idioma que es todos los idiomas.

Es cierto que, ocasionalmente, eructan aroma a antipasto,
pero no por esto se opaca lo seductor de sus relatos.

Crecen junto a la vía del Sarmiento
en túneles a cielo abierto hechos de negros ladrillos anarcosindicales, portuarios, cocoliches.

Hay un parroquiano que, los domingos, cree oírlas transmitir el partido. Pero está loco: esos yuyos de mayor y menor rango narran historias con aroma ciego a pickles intermitentes. Nada de fulbo materialmente palpable.