viernes, abril 29, 2022

Vos tenías las piernas en la mano

Llegó el día en que entendí

que el cuento quedó detenido

en un momento casi vintage:

yo cargaba un libro gigante

vos tenías las piernas en la mano.

Las había mirado tanto -atónito-

que tuve que hacer como si nada.

Hoy me arrepiento del silencio;

atenuaba mis brotes de palabras.

De nombrarlo todo

me quedé sin aliento.

Una sílaba quiere entrar

y rebalsa el corazón.


Hoy cuando me desperté

me acordé de la tarde que nadé

un río de lado a lado

con un paquete en la mano

elevándolo sobre la superficie

para que no se mojara ese regalo

tal vez fue un exceso: no soy un héroe.

Están rompiendo el piso 

en el departamento de arriba.

Están rompiendo el techo

en el local de abajo.

Mientras tanto yo rompo

todo acá adentro mío.

De verdad

Todas las veces que te miré fueron de verdad

aunque hubiera una mosca en la sopa

a pesar de los nubarrones allá arriba

por más que la humedad nos arrebatara

siempre fue de verdad, saber de vos

quererte y hacerte mal también al querer

verte entera y rota otro día, mimarte

darte mis verdades en las manos

mostrarte mis heridas mal cosidas

tratar de entender tu historia

sentirme parte de la trama, una coda

un quiebre narrativo, un nudo más.


El tiempo nos pasa de costado

como un tren fantasma sin saber

si viene o si va, porque así es

como se hacen todas las cosas.


Hoy que leo tus palabras

otra vez, despupés de años

rememoro ese deseo feroz:

nos dio una hija y un hogar  


Nunca te quise lastimar

mi amor es de verdad

se transforma y espero

verte feliz otra vez.

martes, abril 26, 2022

Nueva guerra

 Quién no tuvo esos años

en los que las manzanas

cayeron verdes al suelo

antes de madurar?

Quién no se fagocitó

toda la carne viva

cada mañana al despertar?

Quién no rascó su piel

hasta brotar la sangre

sin notarlo todavía?

Quién no caviló cada paso

quién no detestó su sombra

quién no danzó con fantasmas

ni palideció ante su reflejo

en una ventana al azar?

Después de todo no es grave:

Pequeñas muertes anteceden

otros nacimientos vienen

cargados de futuro como un arma

dispuesta para nueva guerra.

sábado, abril 23, 2022

Manto negro

Sobre el manto negro del cielo de Villa Pueyrredón la noche dibuja un dulce garabato de luz. La pócima afiebrada donde descansar unos ojos entrecerrados por el resplandor de los fuegos artificiales. Lentamente caen los pétalos de neón, una vez explotado el principio del cuento. Algo sube a toda prisa, como si no hubiera tiempo para perder. Cuando llega al punto más alto, el impacto es un abrazo fugaz. Parece que todo va a quedar iluminado para siempre. Una ilusión hermosa, imposible. Las luces se derraman sobre el cielo en una cascada espesa, rojas como un corazón en llamas. Sin otro espasmo que enhebrar, prisioneras de un destino de sabor metálico, se apagan. El manto negro del cielo en Pueyrredón una noche de abril vuelve a cubrirlo todo.

domingo, abril 17, 2022

Tronador, te tengo en mí

tronando tristeza suave

como un galgo fino salta

medianeras de un museo

de todos los días grises;

la tesitura de un gorrión

al cantar cada mañana

los versos son piedras

que lloran estas manos

sin entender el idioma

ríspido de la tierra.

Lo invisible

Cabalga sobre mi pescuezo el manto oscuro de la noche

allá afuera el pastizal incendiado vigila la nada enorme

son árboles frutales las ausencias, las huelo a distancia

la piel se me despega de la carne y la miro irse lejos

es mi traje huyendo al horizonte, en busca del fuego

quema la madera y ahuyenta lejos los mosquitos 

de los asustados supe no tener miedo de lo invisible

pero es que a veces me olvido de todo lo que aprendí.

sábado, abril 16, 2022

Mal día

Tuve un mal día

pero encontré por azar

dos cosas: una boca mestiza

y un libro de Juan Gelman.


Los llevo ahora como amuletos

hacia la patria de lo desconocido.


Tengo pies para irme

aunque quedarme quiera cada día.


Tengo manos para torcer

el destino es un garabato hostil.


Tengo palabras de fuego

y para qué existen sino para incendiar.


Entre mi dedos hundidos en la tierra húmeda

y los filamentos espesos de la luna violeta

existen todavía tantas espaldas, tanto vino

tanto amor escondido que caigo redondo.


Tuve un mal día pero

llevo el alma en la punta de la lengua

hoy que la laxitud es reina triste

la apasionada mixtura es revolucionaria.

 

La mañana roza desnuda

mi corazón estrellado 

y trémulo de futuro

no entiende si reír

o llorar lágrimas ácidas.

La montaña, peligro dulce,

es mi casa y mi reguero

de una pólvora amanecida

caricia de la muerte

abrazo terrible 

canoa de fuego

lámina helada

puente roto

lima nueva

té seco

y no.

jueves, abril 14, 2022

Cómo hizo la trama para dar ese giro

y dejarnos al borde del lago sorbiendo té.


Las olitas llegaron a nuestros pies cansados

una y otra vez el pulso de la mañana flotó.


Allá iban los veleros rumbo a un cielo rosa

parecía que los días nunca terminaban.


Hasta tuvo el abrazo que partirse todo

el azar es encontrarse, escribiste, y lloré.



miércoles, abril 06, 2022

A bordo de un bondi mágico y soñador 

me hundo en los pensamientos. 

Los terrenos baldíos se suceden en la ventana

mientras paso cerca de tu casa y pienso 

en cuánto me gustaría bajarme, tocarte el timbre,

verte la cabeza asomada por la ventana para

tirarme las llaves que impacten en la superficie 

lunar de tu barrio una tarde de calor.


Sin embargo, paso de largo; 

sigo rumbo a otra hoguera 

en la que un sinfín de huesos 

abren la puerta para lubricar 

el engranaje del olvido. 


Quedate a brindar una noche más total 

ya será la distancia la melodía de este cuento 

escrito en el puño de mi camisa gastada.