De poder ser,
sería junco de río.
Aferrado a un fondo barroso
de cuerpo flexible y permeable
al vaivén de acordeón que acarician
sus manos de agua dulce.
Si se va o si se llega
poco importa
de haber un camino
lo deseo vacío
sediento de pasos
sobre charcos de lluvia
barrio de periferia
juntura de campo y ciudad.
Ola improbable
que sin embargo
deviene en nosotres.