jueves, noviembre 26, 2009

Big bad day

Trastocar, así, en infinitivo, todos los órdenes universales
porque aparecen y desaparecen las luces del campo, a lo lejos
siempre es igual y trae confort, acaricia los pasados, arropa el futuro
alejarse del centro primario gestor del hielo.

Desalinear, porque sí, toda la vida de todos los hombres que me rodean
tan solo un segundo
para después cerrar la puerta
dejando atrás la bomba titilante.

Acto de justicia, de amor, de liberación, histórica partida
contra los mismos pulpos de la lata que arrebatan la carne.

Los resoplidos se apilan y forman un ambiente,
La escena se tensa hasta romperse.

Momentos que son un mojón de escarcha y poliester
cuando en un instante se sacude el pequeño mundo que rueda.