jueves, junio 17, 2010

Taba

Cuando ella se va empiezo a volar por un limbo ocupando el tiempo con obligaciones impostergables
que no son más que una forma de esperarla.

Porque ella es ellas. Es dos, dos mil, dos millones. Dos infinitos punto dos multicolores.

Cada paso que da en algún lugar de la tierra expande una galaxia perfectamente redonda sobre el total de la suma de cada una de mis partículas e incluso hacia arriba, abajo y los costados. En las zanjas, los parques, los bares y los bolsillos de los mozos. En los pelos que inundan los suelos de las peluquerías. Retumban sus pies con todo el peso de lo que está en camino, para dar vuelta el tiempo, como la taba.

Porque el que no cambia todo, no cambia nada.

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