domingo, febrero 28, 2010

Instrucciones para cientoventicuatro botellas de agua dulce

Te desenrosco los pies
te destapo las manos, y las lleno
de agua dulce de un río entrerriano que
en cientoveinticuatro botellas de uncuartolitro
guardo en la baulera del departamento de Avenida Córdoba
desde mil novecientos noventa y nueve.

Te entierro un ojal
en el medio de la flor, te desensillo
las piernas y las desando, dejando a la vera
de las rodillas mi vieja y toda carga de mula, en bolsos
de cuero negro percudido por las tormentas y los caminos terrosos
que me llevaron a las instrucciones.

Mientras apago y prendo
la espalda y te inflo con tabaco
las colas porque es lo que dice el papel
la preparación debe ser cuidadosa, tengo que hamacarte
las orejas y ser fino al desabotonarte la nariz levantando
todo el polvo que sea necesario.

Para corroer los engranajes
y darle al ambiente la humedad precisa
que te desenrosque los pies y te destape las manos,
encontrar el motivo por el que durante once años guardé
cientoveinticuatro botellas de agua dulce en la baulera estornudada
del edificio de Córdoba y Junín.

1 comentario:

Luz dijo...

Hey, Juan, gracias... y gracias por sacar el "hada" del cajón de los recuerdos!
Ya me estoy paseando por tu blog, qué bueno leerte!
saludos!