jueves, mayo 01, 2008

Alaska-Almagro

Yo solía entender al amor como algo fino y desgarrador,
punzante definitivo fatal invierno de Alaska.

Era románticamente maldito: había luz o había sombra, pedestal entre los pompones o túnel, registro civil o manicomio, un nene y una nena o botellas de whisky berretón en un cuarto oscuro y húmedo de soledad.

Necesitaba ir hasta donde ya no quedaba nadie más que mi cuerpo ridículo.
Necesitaba obsesivamente la obsesión.

De todos modos, ya no tengo amores desgarradores.
Me siento salvo aquí levitando burbujeante, y encuentro buena compañía en Almagro, cerca de la plaza.

3 comentarios:

Hernán dijo...

Pasa que Almagro es un sentimiento, barrio de sueños y de poesía.

(me fuí de mambo, lo sé)

Salu2,

H.

Lucía Miranda dijo...

Juan !
blog que desconocía,
con escritos del tipo que desconocía.
sabés que tampoco conocía a Ralveroni..

así que un g r a c i a s abarcativo
y muchos saludos !
espero que andes bien.. .

migrania dijo...

ufff
bestia
me encanto esto eh...

relaciones amor-odio, insostenibles pero tienen una cuota alta de locura que esta buena vivir

me gusta como escribe joven, lo congratulo