jueves, mayo 22, 2008

Esquilarte

Cuando se te cae la piel de las manos
y tu boca de verdeo sopla vidriosos trozos de colores
sueño con esquilarte
llevarme ese pelaje transparente que te abriga
en una bolsa de arpillera
y cubrirte de tierra entonces
para desenterrarte la mañana más próxima
con el desayuno humeante sobre la greda:
café en copas de cristal
porque, claro, sos una reina
y mientras leés la revista ¡Hola! de hace casi siete años
sintonizo una canción neblinosa que susurra algo sobre un mar negro que se parte.
Como tu cabeza después de tan poco vino
como mi corazón bravuconazo después de esquilarte.

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