miércoles, enero 01, 2020

¡Puede fallar!

El calor opaco de una nuez que baila
sobre un disco rayado de merengue italiano
me copa.
Atiende en Buenos Aires,
pero está en todos lados;
es un vapor invertebrado y vitalicio,
entumece las dunas al rodear aquel faro
querandí en la reserva de plano
chamamé irregular.
Así de contadictorio es el pejerrey,
otra vez la surtida suerte avisándome:
"El señuelo viene ensombrecido.
Cuidado ameo esto es así de salvaje,
un descuido y a guardar
la sombra de un álamo sin raíz".
¡Puede fallar!

No hay comentarios.: