Yo estuve una mañana
caminando por Avellaneda
Cerca de la pizzería
donde tomó cognac Rosendo
Sorbiendo los vapores
de Isla Maciel y del Docke
La Mitre cristalizada
como arteria de sangre fría.
Ahí nomás le dieron plomo
al griego Domingo Blajaquis.
Y me supe unido entonces
con otros que vivieron antes.
Es eso que pasa de repente
cuando sentís que estás vivo.
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