viernes, diciembre 25, 2009

A Paco Urondo

Sin disciplina ni método
erguirse en la parte más alta
de un cenáculo escondido entre las manos
que cubren como escamas las piernas rojas
mojadas por una lluvia de las seis de la mañana
una precipitación alcohólica y fulgurante como rayos
de luz asesina de enemigos del amor y del aroma a pan fresco
Sin disciplina ni método
aprender a amar sin colmillos
y no derramar sangre de nubes tontas
que toman formas decisivas en un cielo opaco
cuando más pasos en falso se filtran por los codos
un remolino de señales en amarillo titilante rueda
para agitar el fantasma de que no se puede dibujar alegría
Sin disciplina ni método
bailamos balanceándonos hacia los costados
y dejamos sobre el borde todo el ritual de mentiras
que nos exige nuestra generación y extracción de clase
para afirmar la convicción de que en paralelo hay más de eso
lo que nos tracciona como zombies hacia un lugar en la montaña
donde esperar ya más nada y de una vez por todas recostarse a vivir
Sin disciplina ni método.

1 comentario:

marìa lluvia dijo...

y dejamos sobre el borde todo el ritual de mentiras...