jueves, agosto 16, 2007

Pasear

Cuando pasear es un modo, un sonido natural, la risa en una canasta.
Llevo conmigo los dientes de la infancia.

Se arrugan espinosas las lenguas que cruzan la calle, y se esconden atrás de los canteros de piedra… aferrándose a sus bolsillos fríos, de piedra.

Es un compás inconcluso, a medida que uno se aleja de la familiaridad. Y se envuelve en cemento desteñido. Donde cada día se cuelgan más y más enfaenados.

Mientras pasear de este modo, se vuelve desnudez. Pistas para entendernos amantes.

Puedo silbarte una bienvenida, si te veo anudado en tu páramo de fiebre azul.
Inestando en cuclillas, y soltando piedras.

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