martes, agosto 12, 2025

Poema de los fideos con albóndigas

Entre una mano y otra mano 

con leve presión las palmas 

y bien dispuesto el corazón

amasar, amasar y amasar.



No es posible prescindir:

de la paciencia, de la precisión

del cariño y de cierta delicadeza

amasar, amasar y amasar.


Aunque pase el tiempo, amasar.


Pongalé: 

un poco de ají molido

un chorro de vino 

pimienta al gusto

de ese beso picantón

que le dio la vida

de probar con su pizca.


¡No escatime!

la atención

no escatime el tiempo 

la salsa es la cosa 

más increíble 

que inventó el ser humano 

¡conjunción cósmica!

¡sueño de diosa!

¡tanto sabor!
 

La cuchara es de madera.

dientes de ajo son dos. 

Molinillo. Pimienta. 


Mirar la salsa 

como si se llevara 

el mundo adentro. 


La salsa debe hipnotizar

los cocineros a fuego lento. 


Ser persona presente 

dedicada a la salsa

dedicada al sabor:

“Disculpe, me dedico a la salsa 

esa es mi verdadera ocupación”. 


Cuando emergen las burbujas

es momento de entregarse 

a las palabras importantes: 

verter 

albóndiga

salsa

cacerola

hervor

sal

plato

molinillo

pimienta

cocina

cocina

amasar

amasar

aunque pase el tiempo

seguir amasando

algún día llegará

la hora de sentarse a la mesa

a la luz de una vela

frente al plato reluciente

de fideos con albóndigas.



Cocinado a las cuatro manos de B y J