afuera es la lluvia sin pausa
donde elijo ubicar mis palabras.
aparte de mi, lejos del cuerpo
cerca de todo lo que está mojado.
como ese sillón raído
y el empapelado que lo corona.
la vereda llena de pies
y el ulular de las sirenas.
los ojos que se cruzan
y se esquivan para siempre.
las calles río abajo
escoltadas por los tilos.
las antenas intermitentes
reciben ondas extemporáneas.
salirse del cuerpo inerte
único modo de pervivir.
al encuentro del silencio
el verso aparece solo.
lejos de la cárcel vieja
hecha de la propia carne.