Una mañana de calor tímido
desperté en el barrio Juniors
entre torcazas y jilgueros
de radiantes cantos con tonada.
Las sierras están cerca
de mi corazón, que se fugó
hacia la fuerza vieja, otra vez
entre dientes silbo una decisión.
Estoy en tu casa sin vos
te fuiste a trabajar y todo está bien.
Una chata de compraventa ruge abajo
y el aire entrecierra este hueco hondo.
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