sábado, abril 23, 2022

Manto negro

Sobre el manto negro del cielo de Villa Pueyrredón la noche dibuja un dulce garabato de luz. La pócima afiebrada donde descansar unos ojos entrecerrados por el resplandor de los fuegos artificiales. Lentamente caen los pétalos de neón, una vez explotado el principio del cuento. Algo sube a toda prisa, como si no hubiera tiempo para perder. Cuando llega al punto más alto, el impacto es un abrazo fugaz. Parece que todo va a quedar iluminado para siempre. Una ilusión hermosa, imposible. Las luces se derraman sobre el cielo en una cascada espesa, rojas como un corazón en llamas. Sin otro espasmo que enhebrar, prisioneras de un destino de sabor metálico, se apagan. El manto negro del cielo en Pueyrredón una noche de abril vuelve a cubrirlo todo.

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