lunes, noviembre 23, 2020

Primavera

Es primavera, y el llorar de las tipas 

detona mi alegría húmeda, potaje blando

en derrame casual sobre Alvarez Thomas.

Es lo que soy, y no me arrepiento de todo.


Crepó la medialuna del silencio, anochecita 

nomás; el ruido temprano saturó las clavijas

pero sobrevino una calma bulliciosa de vos

cuando una foto -algo hippie- se proyectó.


Hasta diez mil conté en grito peludo, flama

aturdida; el pestillo de mis recaudos en pausa.

Oscurelli y panzallena un marinero en bicicleta

fui esa noche en que sobre Abasto alunicé.


Cantame una canción de sofá cama, primavera;

afuera es todo aroma a jazmín dulce y triste

y no son horas de olvidarse en la calle el corazón.


Con un caldo de porvenir quiero hervir, hueso

flotante, y bañarme en esa savia de cielo y ciudad, 

entregado de pleno coco a un deseo sinrazón.

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