jueves, enero 04, 2007

Soul 2

Después entré en algún desvarío pequeño, uno más de los tantos.
Y evadirme de brotar.

Refugiarme en el superrealismo onírico y tentar a la nada.

Así construí mi contra-aproches. Así aislé la isla, desarmable.

Más desvaríos, los habituales réquiems anegadores.
Y en la boca de la luz, casi la última sombra titilante.

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