del accidente del Potro en la autopista
que une La Plata y Buenos Aires
yo estaba en un café de Almagro
-era el bar de viejes de Rawson y Rivadavia-.
Tenía quince años y la muerte
me parecía un viento imposible.
me parecía un viento imposible.
La tv de fondo, clavada en Crónica,
transmitía nonstop el final repentino.
transmitía nonstop el final repentino.
Desde el salón la mirada en imágenes mudas
bajo una cortina de cucharitas y murmullos.
bajo una cortina de cucharitas y murmullos.
Entonces recordé cuando una noche en Flores
bailé un cuartetazo y -deslumbrado- levité
bailé un cuartetazo y -deslumbrado- levité
impulsado en la mirada a los ojos de María
que bailaba y se reía y me decía, sin hablar:
mirá qué ironía.
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