Aquí y ahora, en plena ensoñación, disparo y me deserto.
Recubro mis ojos.
Las voces se mezclan hilando fonéticas que reconozco,
y sin embargo escucho con oído virgen.
Aquí y ahora, desganan los miedos.
Derriban este baluarte de necias sienes.
Yo camino a tientas por una espalda sinuosa.
Es exigua la noche en silencio, que desmaya sus pocas falanges.
Es inmensa la espera en cuclillas.
Aquí y ahora, se posterga el día.
Nazco inoportuno, falseo diluviante mis áridos poros.
Ensortija la cama su sin-ruedo. Entero, relajo en porciones.
Aquí y ahora, amanece la empapada ciudad.
Difusos los grises, agigantan su cielo de camposanto.
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