Ahora vivo en el cuarto piso
y me desvivo por el silencio:
cargo agua para el mate
mientras camino el parquet;
lavo ropa como veterano de guerra
y ordeno todo en simetría.
Miro al rededor y percibo
soy un grano ínfimo en millares.
Hasta ayer: cada día, vida o muerte;
desde hoy: nada hay tan importante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario