jueves, octubre 05, 2006

2 de octubre

El pato que conmigo duerme ya entendió
que en días como hoy, cuando llueve tanta nube
no me muevo de la cama y emulo a Onetti
que desde aquí construía universos más grandes
que diez Montevideos apilados.

El pato que duerme conmigo ya entendió, tan amarillo él,
que hoy nos vamos a reir de la gente que no soporta
ver reir a las demás gentes ni a los demás patos,
que pasaremos el día con la mirada perdida en los sonidos
que hacen los trocitos de nube contra la superficie terráquea.

Hoy seremos tan libres, porque llueve tanto...
el cielo y el contracielo, unidos por miles de hilos de agua,
se desdibujarán y se fundirán
en una sola mixtura nueva y definitiva.

Allí será donde esta cama se alojará, decidida, este 2 de octubre.
Con su pato y su humano, risueños, reposados en ella.